viernes, 30 de diciembre de 2011

Romances sobre el evangelio In principio erat Verbum, acerca de la Sanctíssima Trinidad

 Desde ahora trataremos de ubicar los versos de San Juan de la Cruz en el lenguaje castellano original de la época... Merece la pena...

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          I

En el principio morava
el Verbo y en Dios vivía
en quien su felicidad
infinita posseýa.
El mismo Verbo Dios era
que el principio se dezía
él morava en el principio
y principio no tenía.
Él era el mismo principio
por eso dél carecía
el Verbo se llama Hijo
que del principio nacía.
Ale siempre concevido
y siempre le concevía
dale siempre su sustancia
y siempre se la tenía.
Y assí la gloria del Hijo
es la que en el Padre avía
y toda su gloria el Padre
en el Hijo posseýa.
Como amado en el amante
uno en otro residía
y aquese amor que los une
en lo mismo convenía.
Con el uno y con el otro
en ygualdad y valía
tres personas y un Amado
entre todos tres avía,
Y un amor en todas ellas
un amante los hazía
y el amante es el amado
en que cada qual vivía.
Que el ser que los tres posseen
cada cual le posseýa
y cada qual de ellos ama
a la que este ser tenía.
Este ser es cada una
y éste solo las unía
en un inefable nudo
que dezirse no savía.
Por lo qual era infinito
el amor que los unía
porque un solo amor tres tienen
que su esencia se dezía
qu'el amor, quanto más une
tanto más amor hazía. 

De la comunicación de las tres Personas
            II

En aquel amor inmenso
que de los dos procedía
palabras de gran regalo
el Padre al Hijo dezía
de tan profundo deleite
que nadie las entendía
sólo el Hijo lo gozaba
que es a quien pertenecía.
Pero aquello que se entiende
desta manera dezía
—Nada me contenta, Hijo,
fuera de tu compañía.
Y si algo me contenta
en ti mismo lo quería
el que a ti más se parece
a mi más satisfazía.
Y el quen nada te semeja
en mí nada hallaría
en ti solo me e agradado
¡o vida de vida mía!.
Eres lumbre de mi lumbre
eres mi sabiduría
figura de mi substancia
en quien bien me complazía.
Al que a ti te amare Hijo
a mí mismo le daría
y el amor que yo te tengo
ésse mismo en él pondría
en razón de aver amado
a quien yo tanto quería. 

De la creación
            III

—Una esposa que te ame
mi Hijo darte quería
que por tu valor merezca
tener nuestra compañía
y comer pan a una mesa
del mismo que yo comía
porque conozca los bienes
que en tal Hijo yo tenía
y se congracie conmigo
de tu gracia y loçanía.
—Mucho lo agradezco Padre,
—el Hijo le respondía—
a la esposa que me dieres
yo mi claridad daría
para que por ella vea
quánto mi Padre valía
y cómo el ser que posseo
de su ser lo recevía.
Reclinarla e yo en mi braço
y en tu amor se abrasaría
y con eterno deleite
tu bondad sublimaría. 

Prosigue
            IV

—Hágase pues —dixo el Padre—,
que tu amor lo merecía.
Y en este dicho que dixo
el mundo criado avía.
Palacio para la esposa,
hecho en gran sabiduría
el qual en dos aposentos
alto y baxo dividía.
El baxo de differencias
infinitas componía
mas el alto hermoseava
de admirable pedrería.
Porque conozca la esposa
el Esposo que tenía
en el alto colocava
la angélica jerarchía
pero la natura humana
en el baxo la ponía
por ser en su compostura
algo de menor valía.
Y aunque el ser y los lugares
desta suerte los ponía
pero todos son un cuerpo
de la esposa que dezía:
Que el amor de un mismo Esposo
una esposa los hazía.
Los de arriva posseýan
al Esposo en alegría
los de abaxo en esperança
de fee que les infundía
diziéndoles que algún tiempo
él los engrandecería
y que aquella su baxeza
él se la levantaría
de manera que ninguno
ya la vituperaría
porque en todo semejante
él a ellos se haría
y se vendría con ellos
y con ellos moraría
y que Dios sería hombre
y que el hombre Dios sería
y trataría con ellos
comería y bebería
y que con ellos contino
él mismo se quedaría
hasta que se consumase
este siglo que corría
quando se gozaran juntos
en eterna melodía
porque él era la cabeça
de la esposa que tenía
a la qual todos los miembros
de los justos juntaría
que son cuerpo de la esposa,
a la qual él tomaría
en sus braços tiernamente
y allí su amor le daría
y que assí juntos en uno
al Padre la llevaría
donde del mismo deleite
que Dios goza gozaría
que como el Padre y el Hijo
y el que dellos procedía
el uno vive en el otro
assí la esposa sería
que dentro de Dios absorta
vida de Dios viviría.
 
Prosigue
            V

Con esta buena esperança
que de arriva les venía
el tedio de sus trabajos
más leve se les hazía
pero la esperança larga
y el deseo que crecía
de gozarse con su Esposo
contino les affligía.
Por lo qual con oraciones
con suspiros y agonía
con lágrimas y gemidos
le rogavan noche y día
que ya se determinase
a les dar su compañía.
Unos dezían: ¡O, si fuesse
en mi tiempo el alegría!
Otros: Acava Señor
al que as de embiar embía.
Otros: ¡O si ya rompieses
essos cielos y vería
con mis ojos que baxases
y mi llanto cessaría!
Regad nuves de lo alto
que la tierra lo pedía
y ábrase ya la tierra
que espinas nos produzía
y produzga aquella flor
con que ella florecería.
Otros dezían: ¡O dichoso
el que en tal tiempo sería
que merezca ber a Dios
con los ojos que tenía
y tratarle con sus manos
y andar en su compañía
y gozar de los misterios
que entonces ordenaría!
 
Prosigue
            VI

En aquestos y otros ruegos
gran tiempo pasado avía
pero en los postreros años
el fervor mucho crecía,
quando el viejo Simeón
en deseo se encendía
rogando a Dios que quisiese
dexalle ver este día.
Y assí el Espíritu Sancto
al buen viejo respondía
que le dava su palabra
que la muerte no vería
hasta que la vida viesse
que de arriva descendía
y que él en sus mismas manos
al mismo Dios tomaría
y le tendría en sus braços
y consigo abraçaría.
 
Prosigue la Encarnación
            VII

Ya que el tiempo era llegado
en que hazerse convenía
el rescate de la esposa
que en duro yugo servía
debaxo de aquella ley
que Moysés dado le avía
el Padre con amor tierno
desta manera dezía:
—Ya ves Hijo que a tu esposa
a tu ymagen hecho avía
y en lo que a ti se parece
contigo bien convenía
pero diffiere en la carne
que en tu simple ser no avía.
En los amores perfectos
esta ley se requería
que se haga semejante
el amante a quien quería
que la mayor semejança
más deleite contenía;
el qual sin duda en tu esposa
grandemente crecería
si te viere semejante
en la carne que tenía.
—Mi voluntad es la tuya
—el Hijo le respondía—
y la gloria que yo tengo
es tu voluntad ser mía
y a mí me conviene Padre
lo que tu Alteza dezía
porque por esta manera
tu vondad más se vería
veráse tu gran potencia
justicia y sabiduría
yrélo a dezir al mundo
y noticia le daría
de tu belleza y dulçura
y de tu soberanía
yré a buscar a mi esposa
y sobre mí tomaría
sus fatigas y trabajos
en que tanto padecía
y porque ella vida tenga
yo por ella moriría
y sacándola del lago
a ti te la bolvería. 

Prosigue
            VIII

Entonçes llamó a un archángel
que Sant Gabriel se dezía
y embiólo a una donzella
que se llamava María
de cuyo consentimiento
el misterio se hazía
en el qual la Trinidad
de carne el Verbo vestía.
Y aunque tres hazen la obra
en el uno se hazía
y quedó el Verbo encarnado
en el bientre de María.
Y el que tiene sólo Padre
ya también madre tenía
aunque no como qualquiera
que de varón concevía
que de las entrañas de ella
él su carne recevía
por lo qual Hijo de Dios
y del hombre se dezía. 

Del Nacimiento
            IX

Ya que era llegado el tiempo
en que de nacer avía
assí como desposado
de su tálamo salía,
abraçado con su esposa
que en sus braços la traýa
al qual la graciosa madre
en un pesebre ponía
entre unos animales
que a la sazón allí avía
los hombres dezían cantares
los ángeles melodía
festejando el desposorio
que entre tales dos avía
pero Dios en el pesebre
allí llorava y gimía
que eran joyas que la esposa
al desposorio traýa
y la madre estava en pasmo
de que tal trueque veýa
el llanto del hombre en Dios
y en el hombre el alegría
lo qual del uno y del otro
tan ajeno ser solía.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Salmo 32

SALMO 32 (31)

Perdonaste mi falta y mi pecado

32:1 De David. Poema.

Acción de gracias por el perdón obtenido

¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado
y liberado de su falta!
32:2 ¡Feliz el hombre a quien el Señor
no le tiene en cuenta las culpas,
y en cuyo espíritu no hay doblez!
32:3 Mientras me quedé callado,
mis huesos se consumían
entre continuos lamentos,
32:4 porque de día y de noche
tu mano pesaba sobre mí;
mi savia se secaba por los ardores del verano. Pausa
32:5 Pero yo reconocí mi pecado,
no te escondí mi culpa,
pensando: "Confesaré mis faltas al Señor".
¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado!  Pausa
32:6 Por eso, que todos tus fieles te supliquen
en el momento de la angustia;
y cuando irrumpan las aguas caudalosas
no llegarán hasta ellos.
32:7 Tú eres mi refugio,
tú me libras de los peligros
y me colmas con la alegría de la salvación. Pausa 

Llamado a la reflexión

32:8 Yo te instruiré,
te enseñaré el camino que debes seguir;
con los ojos puestos en ti, seré tu consejero.
32:9 No sean irracionales como el caballo y la mula,
cuyo brío hay que contener con el bozal y el freno
para poder acercarse.
32:10 ¡Cuántos son los tormentos del malvado!
Pero el Señor cubrirá con su amor
al que confía en él.
32:11 ¡Alégrense en el Señor, regocíjense los justos!
¡Canten jubilosos los rectos de corazón!

viernes, 23 de diciembre de 2011

Cantar del alma que se huelga de conocer a Dios por fe

Qué bien sé yo la fonte que mane y corre,
aunque es de noche.

 Aquella eterna fonte está escondida,
que bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.

 Su origen no lo sé, pues no le tiene,
mas sé que todo origen de ella tiene,
aunque es de noche.

 Sé que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beben de ella,
aunque es de noche.

 Bien sé que suelo en ella no se halla,
y que ninguno puede vadealla,
aunque es de noche.

 Su claridad nunca es oscurecida,
y sé que toda luz de ella es venida,
aunque es de noche.

 Sé ser tan caudalosos sus corrientes.
que infiernos, cielos riegan y las gentes,
aunque es de noche.

 El corriente que nace de esta fuente
bien sé que es tan capaz y omnipotente,
aunque es de noche.

 El corriente que de estas dos procede
sé que ninguna de ellas le precede,
aunque es de noche.

 Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida,
aunque es de noche.

 Aquí se está llamando a las criaturas,
y de esta agua se hartan, aunque a oscuras
porque es de noche.

 Aquesta viva fuente que deseo,
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche. 


San Juan de la Cruz

lunes, 19 de diciembre de 2011

Salmo 31

SALMO 31 (30)

En tus manos encomiendo mi espíritu

31:1 Del maestro de coro. Salmo de David. 

Súplica inicial

31:2 Yo me refugio en ti, Señor,
¡que nunca me vea defraudado!
Líbrame, por tu justicia;
31:3 inclina tu oído hacia mí
y ven pronto a socorrerme.
Sé para mí una roca protectora,
un baluarte donde me encuentre a salvo,
31:4 porque tú eres mi Roca y mi baluarte:
por tu Nombre, guíame y condúceme.
31:5 Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi refugio.
31:6 Yo pongo mi vida en tus manos:
tú me rescatarás, Señor, Dios fiel.
31:7 Yo detesto a los que veneran ídolos vanos
y confío en el Señor.
31:8 ¡Tu amor será mi gozo y mi alegría!
Cuando tú viste mi aflicción
y supiste que mi vida peligraba,
31:9 no me entregaste al poder del enemigo,
me pusiste en un lugar espacioso. 

Descripción de los peligros

31:10 Ten piedad de mí, Señor,
porque estoy angustiado:
mis ojos, mi garganta y mis entrañas
están extenuados de dolor.
31:11 Mi vida se consume de tristeza,
mis años, entre gemidos;
mis fuerzas decaen por la aflicción
y mis huesos están extenuados.
31:12 Soy la burla de todos mis enemigos
y la irrisión de mis propios vecinos;
para mis amigos soy motivo de espanto,
los que me ven por la calle huyen de mí.
31:13 Como un muerto, he caído en el olvido,
me he convertido en una cosa inútil.
31:14 Oigo los rumores de la gente
y amenazas por todas partes,
mientras se confabulan contra mí
y traman quitarme la vida. 

Expresión de confianza

31:15 Pero yo confío en ti, Señor,
y te digo: "Tú eres mi Dios,
31:16 mi destino está en tus manos".
Líbrame del poder de mis enemigos
y de aquellos que me persiguen.
31:17 Que brille tu rostro sobre tu servidor,
sálvame por tu misericordia;
31:18 Señor, que no me avergüence
de haberte invocado.
Que se avergüencen los malvados
y bajen mudos al Abismo;
31:19 que enmudezcan los labios mentirosos,
los que profieren insolencias contra el justo
con soberbia y menosprecio. 

Acción de gracias por la liberación

31:20 ¡Qué grande es tu bondad, Señor!
Tú la reservas para tus fieles;
y la brindas a los que se refugian en ti,
en la presencia de todos.
31:21 Tú los ocultas al amparo de tu rostro
de las intrigas de los hombres;
y los escondes en tu Tienda de campaña,
lejos de las lenguas pendencieras.
31:22 ¡Bendito sea el Señor!
Él me mostró las maravillas de su amor
en el momento del peligro.
31:23 En mi turbación llegué a decir:
"He sido arrojado de tu presencia".
Pero tú escuchaste la voz de mi súplica,
cuando yo te invocaba.
31:24 Amen al Señor, todos sus fieles,
porque él protege a los que son leales
y castiga con severidad a los soberbios.
31:25 Sean fuertes y valerosos,
todos los que esperan en el Señor.

viernes, 16 de diciembre de 2011

¿DÓNDE VAS CARPINTERO?

¿DÓNDE VAS CARPINTERO? (VILLANCICO)
 
-¿Dónde vas carpintero
con la nevada?
-Voy al monte por leña
para dos tablas.

-¿Dónde vas carpintero
con esta helada?
-Voy al monte por leña,
mi Padre aguarda.

-¿Dónde vas con tu amor
Niño del Alba?
-Voy a salvar a todos
los que no me aman.

-¿Dónde vas carpintero
tan de mañana?
-Yo me marcho a la guerra
para pararla.


Gloria Fuertes

lunes, 12 de diciembre de 2011

Salmo 30

SALMO 30 (29)

Cambiaste mi luto en danzas

30:
1 Salmo Canto para la Dedicación del Templo. De David.
30:
2 Yo te glorifico, Señor, porque tú me libraste
y no quisiste que mis enemigos se rieran de mí.
30:
3 Señor, Dios mío, clamé a ti y tú me sanaste.
30:
4 Tú, Señor, me levantaste del Abismo
y me hiciste revivir,
cuando estaba entre los que bajan al sepulcro.
30:
5 Canten al Señor, sus fieles;
den gracias a su santo Nombre,
30:
6 porque su enojo dura un instante,
y su bondad, toda la vida:
si por la noche se derraman lágrimas,
por la mañana renace la alegría.
30:
7 Yo pensaba muy confiado:
"Nada me hará vacilar".
30:
8 Pero eras tú, Señor, con tu gracia,
el que me afirmaba sobre fuertes montañas,
y apenas ocultaste tu rostro,
quedé conturbado.
30:
9 Entonces te invoqué, Señor,
e imploré tu bondad:
30:
10 "¿Qué se ganará con mi muerte
o con que yo baje al sepulcro?
¿Acaso el polvo te alabará
o proclamará tu fidelidad?
30:
11 Escucha, Señor, ten piedad de mí;
ven a ayudarme, Señor".
30:
12 Tú convertiste mi lamento en júbilo,
me quitaste el luto y me vestiste de fiesta,
30:
13 para que mi corazón te cante sin cesar.
¡Señor, Dios mío, te daré gracias eternamen
te!

viernes, 9 de diciembre de 2011

EL PASTORCICO

Un pastorcico solo está penando
Ajeno de placer y de contento
Y en su pastora puesto el pensamiento
Y el pecho del amor muy lastimado.

No llora por haberle amor llagado
Que no le pena verse así afligido
Aunque en el corazón está herido
Mas llora por pensar que está olvidado.

Que sólo de pensar que está olvidado
De su bella pastora con gran pena
Se deja maltratar en tierra ajena
El pecho del amor muy lastimado.

Y dice el pastorcico: "¡Ay desdichado
De aquel que de mi amor ha hecho ausencia
Y no quiere gozar la mi presencia
Y el pecho por su amor muy lastimado!"

Y al cabo de un gran rato se ha encumbrado
Sobre un árbol do abrió sus brazos bellos
Y muerto se ha quedado asido de ellos
Del pecho del amor muy lastimado.


San Juan de la Cruz

lunes, 5 de diciembre de 2011

Salmo 29

SALMO 29 (28)

La voz del Señor

29:1 Salmo de David.
¡Aclamen al Señor, hijos de Dios,
aclamen la gloria y el poder del Señor!
29:2 ¡Aclamen la gloria del nombre del Señor,
adórenlo al manifestarse su santidad!
29:3 ¡La voz del Señor sobre las aguas!
El Dios de la gloria hace oír su trueno:
el Señor está sobre las aguas torrenciales.
29:4 ¡La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es majestuosa!
29:5 La voz del Señor parte los cedros,
el Señor parte los cedros del Líbano;
29:6 hace saltar al Líbano como a un novillo
y al Sirión como a un toro salvaje.
29:7 La voz del Señor lanza llamas de fuego;
29:8 la voz del Señor hace temblar el desierto,
el Señor hace temblar el desierto de Cades.
29:9 La voz del Señor retuerce las encinas,
el Señor arrasa las selvas.
En su Templo, todos dicen: "¡Gloria!"
29:10 El Señor tiene su trono
sobre las aguas celestiales,
el Señor se sienta en su trono de Rey eterno.
29:11 El Señor fortalece a su pueblo,
él bendice a su pueblo con la paz.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Coplas del alma a lo divino

Tras de un amoroso lance,
y no de esperanza falto,
volé tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.

 Para que yo alcance diese
a aqueste lance divino,
tanto volar me convino
que de vista me perdiese;
y, con todo, en este trance
en el vuelo quedé falto;
mas el amor fue tan alto,
que le di a la caza alcance.

 Cuanto más alto subía
deslumbróseme la vista,
y la más fuerte conquista
en oscuro se hacía;
mas, por ser de amor el lance
di un ciego y oscuro salto,
y fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.

 Cuanto más alto llegaba
de este lance tan subido,
tanto más bajo y rendido
y abatido me hallaba;
dije: ¡No habrá quien alcance!
y abatíme tanto, tanto,
que fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.

 Por una extraña manera
mil vuelos pasé de un vuelo,
porque esperanza del cielo
tanto alcanza cuanto espera;
esperé solo este lance,
y en esperar no fui falto,
pues fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.




San Juan de la Cruz