lunes, 27 de mayo de 2013

Salmo 102

SALMO 102 (101)

Tú eres siempre el mismo, Señor

102:1 Oración del afligido que, en su angustia, derrama su llanto ante el Señor. 

Lamentación de un afligido

102:2 Señor, escucha mi oración
y llegue a ti mi clamor;
102:3 no me ocultes tu rostro
en el momento del peligro;
inclina hacia mí tu oído,
respóndeme pronto, cuando te invoco.
102:4 Porque mis días se disipan como el humo,
y mis huesos arden como brasas;
102:5 mi corazón se seca, marchitado como la hierba,
¡y hasta me olvido de comer mi pan!
102:6 Los huesos se me pegan a la piel,
por la violencia de mis gemidos.
102:7 Me parezco a una lechuza del desierto,
soy como un búho entre las ruinas;
102:8 estoy desvelado, y me lamento
como un pájaro solitario en el tejado;
102:9 mis enemigos me insultan sin cesar,
y enfurecidos, me cubren de imprecaciones.
102:10 Yo como ceniza en vez de pan
y mezclo mi bebida con lágrimas,
102:11 a causa de tu indignación y tu furor,
porque me alzaste en alto y me arrojaste.
102:12 Mis días son como sombras que se agrandan,
y me voy secando como la hierba.
102:13 Pero tú, Señor, reinas para siempre,
y tu Nombre permanece eternamente. 

Confianza en la restauración de Jerusalén

102:14 Tú te levantarás, te compadecerás de Sión,
porque ya es hora de tenerle piedad,
ya ha llegado el momento señalado:
102:15 tus servidores sienten amor por esas piedras
y se compadecen de esas ruinas.
102:16 Las naciones temerán tu Nombre, Señor,
y los reyes de la tierra se rendirán ante tu gloria:
102:17 cuando el Señor reedifique a Sión
y aparezca glorioso en medio de ella;
102:18 cuando acepte la oración del desvalido
y no desprecie su plegaria. 

El futuro glorioso de Israel

102:19 Quede esto escrito para el tiempo futuro
y un pueblo renovado alabe al Señor:
102:20 porque él se inclinó desde su alto Santuario
y miró a la tierra desde el cielo,
102:21 para escuchar el lamento de los cautivos
y librar a los condenados a muerte.
102:29 Los hijos de tus servidores tendrán una morada
y su descendencia estará segura ante ti,
102:22 para proclamar en Sión el nombre del Señor
y su alabanza en Jerusalén,
102:23 cuando se reúnan los pueblos y los reinos,
y sirvan todos juntos al Señor. 

Reiteración y fundamentación de la súplica

102:24 Mis fuerzas se debilitaron por el camino
y se abreviaron mis días;
102:25 pero yo digo: "Dios mío,
no me lleves en la mitad de mi vida,
tú que permaneces para siempre".
102:26 En tiempos remotos, fundaste la tierra,
y el cielo es obra de tus manos;
102:27 ellos se acaban, y tú permaneces:
se desgastan lo mismo que la ropa,
los cambias como a un vestido, y ellos pasan.
102:28 Tú, en cambio, eres siempre el mismo,
y tus años no tienen fin.
102:29 Los hijos de tus siervos tendrán una morada,
y sus descendientes estarán siempre en tu presencia.

lunes, 20 de mayo de 2013

Salmo 101

SALMO 101 (100)

Voy a cantar al amor y a la justicia

101:1 De David. Salmo.
Celebraré con un canto la bondad y la justicia:
a ti, Señor, te cantaré;
101:2 expondré con sensatez el camino perfecto:
¿cuándo vendrás en mi ayuda?
Yo procedo con rectitud de corazón
en los asuntos de mi casa;
101:3 nunca pongo mis ojos
en cosas infames.
Detesto la conducta de los descarriados
y no los cuento entre mis amigos;
101:4 la gente falsa se aparta de mí
y nunca apruebo al malvado.
101:5 Al que difama en secreto a su prójimo
lo hago desaparecer;
al de mirada altiva y corazón soberbio
no lo puedo soportar.
101:6 Pongo mis ojos en las personas leales
para que estén cerca de mí;
el que va por el camino perfecto
es mi servidor.
101:7 No habita dentro de mi casa
el hombre traicionero;
la gente mentirosa no puede permanecer
delante de mi vista.
8 Hago desaparecer día tras día
a los malvados del país,
para extirpar de la Ciudad del Señor
a todos los que hacen el mal.

lunes, 13 de mayo de 2013

Salmo 100

SALMO 100 (99)

Dios nos hizo y somos suyos

100:1 Salmo de acción de gracias.
Aclame al Señor toda la tierra,
100:2 sirvan al Señor con alegría,
lleguen hasta él con cantos jubilosos.
100:3 Reconozcan que el Señor es Dios:
él nos hizo y a él pertenecemos;
somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
100:4 Entren por sus puertas dando gracias,
entren en sus atrios con himnos de alabanza,
alaben al Señor y bendigan su Nombre.
100:5 ¡Qué bueno es el Señor!
Su misericordia permanece para siempre,
y su fidelidad por todas las generaciones.

San Agustín: Comentarios al Salmo 100 (99)


¿Quién lo ha creado todo? ¿Quién te ha creado a ti mismo? ¿Qué son todas estas criaturas? ¿Quién eres tú? ¿Y cómo decir qué es el que ha creado todo esto? Para decirlo, hace falta que tu pensamiento lo conciba: qué tu pensamiento se vuelva hacia él, acercate a él. Para ver bien algo, te acercas a eso... Pero Dios es percibido sólo por el espíritu, se le obtiene sólo por el corazón. ¿Y dónde está este corazón por el cual se puede ver a Dios? "Dichosos los corazones puros, verán a Dios" (Mt 5,8)...

Leemos en un salmo: "Acercáos y seréis iluminados" (Sal. 33,6 tipos de Vulg). Para acercarse y ser iluminado, hace falta que detestes las tinieblas... Eres pecador, debes volverte justo; pero no podrás recibir la justicia si el mal todavía te gusta. Destrúyelo en tu corazón y purifícalo; caza el pecado de tu corazón donde quiere venir a vivir al que quieres ver. El alma humana, nuestro " hombre interior " (Ef 3,16), se acerca a Dios tanto como puede, nuestro hombre interior que ha sido recreado a imagen de Dios, él que ha sido creado a imagen de Dios (Gn 1,26) pero que se alejó de Dios en la desemejanza.

Cierto, no es en el tiempo donde nos acercamos o alejamos de Dios: si no te pareces más a él, te apartas de Dios; si te le pareces, tú te acercas a él. Mira pues cómo el Señor quiere que nos acerquemos: nos hace primero semejantes a él para que podamos estar cerca de él. Nos dice: "Sed como vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir el sol sobre malos y buenos, y deja caer la lluvia sobre justos e injustos". Aprende pues a amar a tu enemigo (Mt 5,44-45). A medida que esta caridad crece en ti, te devuelve y te reforma a semejanza de Dios; y cuanto más te acercas a esta semejanza avanzando en amor, más comienzas a sentir la presencia de Dios. ¿Pero a quién sientes? ¿Al que viene hacia ti o a aquel al cuál tú vuelves? Él jamás se alejó de ti; eres tú quien se ha alejado de él.


San Agustín de Hipona

lunes, 6 de mayo de 2013

Salmo 99

SALMO 99 (98)

Santo es el Señor, nuestro Dios

La realeza universal del Señor

99:1 ¡El Señor reina! Tiemblan los pueblos.
Él tiene su trono sobre los querubines:

la tierra vacila.
99:2 ¡Grande es el Señor en Sión!
99:3 Él se alza sobre todas las naciones.
Alaben tu Nombre grande y temible.
¡Santo es el Señor! 

El Señor, rey de justicia

99:4 Tú eres el rey poderoso que ama la justicia,
tú has establecido lo que es recto,
tú ejerces sobre Jacob el derecho y la justicia.
99:5 Glorifiquen al Señor, nuestro Dios,
adórenlo ante el estrado de sus pies.
¡Santo es el Señor! 

El Señor, legislador de su Pueblo

99:6 Moisés y Aarón, entre sus sacerdotes,
y Samuel, entre los que invocaban su Nombre,
clamaban al Señor y él les respondía.
99:7 Dios les hablaba desde la columna de nube; 
ellos observaban sus mandamientos
y los preceptos que les había dado.
99:8 Señor, nuestro Dios, tú les respondías;
tú eras para ellos un Dios indulgente,
pero te vengabas de sus malas acciones.
99:9 Glorifiquen al Señor, nuestro Dios,
y adórenlo en su santa Montaña:
el Señor, nuestro Dios, es santo.