lunes, 29 de abril de 2013

Salmo 98

SALMO 98 (97)

El Señor muestra su salvación

98:1 Salmo.
Canten al Señor un canto nuevo,
porque él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria.
98:2 El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
98:3 se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
98:4 Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos.
98:5 Canten al Señor con el arpa
y al son de instrumentos musicales;
98:6 con clarines y sonidos de trompeta
aclamen al Señor, que es Rey.
98:7 Resuene el mar y todo lo que hay en él,
el mundo y todos sus habitantes;
98:8 aplaudan las corrientes del océano,
griten de gozo las montañas al unísono.
98:9 Griten de gozo delante del Señor,
porque él viene a gobernar la tierra:
él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con rectitud.

lunes, 22 de abril de 2013

Salmo 97

SALMO 97 (96)

El Señor es rey sobre toda la tierra

97:1 ¡El Señor reina! Alégrese la tierra,
regocíjense las islas incontables.
97:2 Nubes y Tinieblas lo rodean,
la Justicia y el Derecho son
la base de su trono.
97:3 Un fuego avanza ante él
y abrasa a los enemigos a su paso;
97:4 sus relámpagos iluminan el mundo;
al verlo, la tierra se estremece.
97:5 Las montañas se derriten como cera
delante del Señor, que es el dueño de toda la tierra.
97:6 Los cielos proclaman su justicia
y todos los pueblos contemplan su gloria.
97:7 Se avergüenzan los que sirven a los ídolos,
los que se glorían en dioses falsos;
todos los dioses se postran ante él.
97:8 Sión escucha y se llena de alegría,
se regocijan las ciudades de Judá,
a causa de tus juicios, Señor.
97:9 Porque tú, Señor, eres el Altísimo:
estás por encima de toda la tierra,
mucho más alto que todos los dioses.
97:10 Tú amas, Señor, a los que odian el mal,
proteges la vida de tus fieles
y los libras del poder de los malvados.
97:11 Nace la luz para el justo,
y la alegría para los rectos de corazón.
97:12 Alégrense, justos, en el Señor
y alaben su santo Nombre.

lunes, 15 de abril de 2013

Salmo 96

SALMO 96 (95)

Gobernará al mundo con justicia
(1 Crónicas 16, 7-36) / (Salmo 105, 1-15) / (Salmo 106, 1-5)

96:1 Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
96:2 canten al Señor, bendigan su Nombre,
día tras día, proclamen su victoria.
96:3 Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos.
96:4 Porque el Señor es grande
y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
96:5 Los dioses de los pueblos
no son más que apariencia,
pero el Señor hizo el cielo;
96:6 en su presencia hay esplendor y majestad,
en su Santuario, poder y hermosura.
96:7 Aclamen al Señor, familias de los pueblos,
aclamen la gloria y el poder del Señor;
96:8 aclamen la gloria del nombre del Señor.
Entren en sus atrios trayendo una ofrenda,
96:9 adoren al Señor al manifestarse su santidad:
¡que toda la tierra tiemble ante él!
96:10 Digan entre las naciones: "¡El Señor reina!
El mundo está firme y no vacilará.
El Señor juzgará a los pueblos con rectitud".
96:11 Alégrese el cielo y exulte la tierra,
resuene el mar y todo lo que hay en él;
96:12 regocíjese el campo con todos sus frutos,
griten de gozo los árboles del bosque.
96:13 Griten de gozo delante del Señor,
porque él viene a gobernar la tierra:
él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad.

San Agustín: Comentarios al Salmo 96 (95)

Aclamen los árboles del bosque, delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra. Vino una primera vez, pero vendrá de nuevo. En su primera venida, pronunció estas palabras que leemos en el Evangelio: Desde ahora veréis que el Hijo del hombre viene sobre las nubes. ¿Qué significa: Desde ahora? ¿Acaso no ha de venir más tarde el Señor, cuando prorrumpirán en llanto todos los pueblos de la tierra? Primero vino en la persona de sus predicadores, y llenó todo el orbe de la tierra. No pongamos resistencia a su primera venida, y no temeremos la segunda.

¿Qué debe hacer el cristiano, por tanto? Servirse de este mundo, no servirlo a él. ¿Qué quiere decir esto? Que los que tienen han de vivir como si no tuvieran, según las palabras del Apóstol: Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina. Quiero que os ahorréis preocupaciones. El que se ve libre de preocupaciones espera seguro la venida de su Señor. En esto, ¿qué clase de amor a Cristo es el de aquel que teme su venida? ¿No nos da vergüenza, hermanos? Lo amamos y, sin embargo, tememos su venida.

¿De verdad lo amamos? ¿No será más bien que amamos nuestros pecados? Odiemos el pecado, y amemos al que ha de venir a castigar el pecado. Él vendrá, lo queramos o no; el hecho de que no venga ahora no significa que no haya de venir más tarde. Vendrá, y no sabemos cuando; pero, si nos halla preparados, en nada nos perjudica esta ignorancia.

Aclamen los árboles del bosque. Vino la primera vez, y vendrá de nuevo a juzgar a la tierra; hallará aclamándolo con gozo, porque ya llega, a los que creyeron en su primera venida.

Regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad. ¿Qué significan esta justicia y esta fidelidad? En el momento de juzgar reunirá junto a sí a sus elegidos y apartará de sí a los demás, ya que pondrá a unos a la derecha y a otros a la izquierda. ¿Qué más justo y equitativo que no esperen misericordia del juez aquellos que no quisieron practicar la misericordia antes de la venida del juez? En cambio, los que se esforzaron en practicar la misericordia serán juzgados con misericordia. Dirá, en efecto, a los de su derecha: Venid, vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Y les tendrá en cuenta sus obras de misericordia: Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber, y lo que sigue.

Y a los de su izquierda ¿qué es lo que les tendrá en cuenta? Que no quisieron practicar la misericordia. ¿Y a dónde irán? Id al fuego eterno. Esta mala noticia provocará en ellos grandes gemidos. Pero, ¿qué dice otro salmo? El recuerdo del justo será perpetuo. No temerá la malas noticias. ¿Cuál es la mala noticia? Id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Los que se alegrarán por la buena noticia no temerán la mala. Ésta es la justicia y la fidelidad de que habla el salmo.

¿Acaso, porque tú eres injusto, el juez no será justo? O, ¿porque tú eres mendaz, no será veraz el que es la verdad en persona? Pero, si quieres alcanzar misericordia, sé tú misericordioso antes de que venga: perdona los agravios recibidos, da de lo que te sobra. Lo que das ¿de quién es sino de él? Si dieras de lo tuyo, sería generosidad, pero porque das de lo suyo es devolución. ¿Tienes algo que no hayas recibido? Éstas son las víctimas agradables a Dios: la misericordia, la humildad, la alabanza, la paz, la caridad. Si se las presentamos, entonces podremos esperar seguros la venida del juez que regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad.


San Agustín de Hipona

lunes, 8 de abril de 2013

Salmo 95

SALMO 95 (94)

Cantemos alegres al Señor

Invitación a la alabanza

95:1 ¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor,
aclamemos a la Roca que nos salva!
95:2 ¡Lleguemos hasta él dándole gracias,
aclamemos con música al Señor!
95:3 Porque el Señor es un Dios grande,
el soberano de todos los dioses:
95:4 en su mano están los abismos de la tierra,
y son suyas las cumbres de las montañas;
95:5 suyo es el mar, porque él lo hizo,
y la tierra firme, que formaron sus manos.
95:6 ¡Entren, inclinémonos para adorarlo!
¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!
95:7 Porque él es nuestro Dios,
y nosotros, el pueblo que él apacienta,
las ovejas conducidas por su mano. 

Exhortación a la fidelidad

Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:
95:8 "No endurezcan su corazón como en Meribá,
como en el día de Masá, en el desierto,
95:9 cuando sus padres me tentaron y provocaron,

aunque habían visto mis obras.
95:10 Cuarenta años me disgustó esa generación,
hasta que dije:
'Es un pueblo de corazón extraviado,
que no conoce mis caminos'.
95:11 Por eso juré en mi indignación:
'Jamás entrarán en mi Reposo'". 

lunes, 1 de abril de 2013

Salmo 94

SALMO 94 (93)

Levántate, juez de la tierra

Apelación al Juicio de Dios

94:1 ¡Dios vengador de las injusticias,
Señor, Dios justiciero, manifiéstate!
94:2 ¡Levántate, Juez de la tierra,
dales su merecido a los soberbios!
94:3 ¿Hasta cuándo triunfarán, Señor,
hasta cuándo triunfarán los malvados?
94:4 ¿Hasta cuándo hablarán con arrogancia
y se jactarán los malhechores?
94:5 Ellos pisotean a tu pueblo, Señor,
y oprimen a tu herencia;
94:6 matan a la viuda y al extranjero,
asesinan a los huérfanos;
94:7 y exclaman: "El Señor no lo ve,
no se da cuenta el Dios de Jacob". 

Afirmación de la justicia de Dios

94:8 ¡Entiendan, los más necios del pueblo!
y ustedes, insensatos, ¿cuándo recapacitarán?
94:9 El que hizo el oído, ¿no va a escuchar?
El que formó los ojos, ¿será incapaz de ver?
94:10 ¿Dejará de castigar el que educa a las naciones
y da a los hombres el conocimiento?
94:11 ¡El Señor conoce los planes de los hombres
y sabe muy bien que son vanos!
94:12 Feliz el que es educado por ti, Señor,
aquel a quien instruyes con tu ley,
94:13 para darle un descanso
después de la adversidad,
mientras se cava una fosa para el malvado.
94:14 Porque el Señor no abandona a su pueblo
ni deja desamparada a su herencia:
94:15 la justicia volverá a los tribunales
y los rectos de corazón la seguirán. 

Confianza en el triunfo de la justicia

94:16 ¿Quién se pondrá a mi favor contra los impíos?
¿Quién estará a mi lado contra los malhechores?
94:17 Si el Señor no me hubiera ayudado,
ya estaría habitando en la región del silencio.
94:18 Cuando pienso que voy a resbalar,
tu misericordia, Señor, me sostiene;
94:19 cuando estoy cargado de preocupaciones,
tus consuelos me llenan de alegría.
94:20 ¿Podrá aliarse contigo un tribunal inicuo,
que comete injusticias en nombre de la ley?
94:21 Ellos atentan contra la vida de los justos
y condenan a muerte al inocente.
94:22 Pero el Señor es mi fortaleza,
mi Dios es la Roca en que me refugio:
94:23 él les devolverá su misma iniquidad
y los destruirá por su malicia.
¡El Señor, nuestro Dios, los destruirá!