viernes, 29 de junio de 2012

VIVO SIN VIVIR EN MÍ


Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero.

Esta divina prisión,
del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué vida tan amarga
do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga:
quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo el vivir
me asegura mi esperanza;
muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;
vida, no me seas molesta,
mira que sólo me resta,
para ganarte perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
que es la vida verdadera,
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva:
muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios que vive en mí,
si no es el perderte a ti,
para merecer ganarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.



Santa Teresa de Jesús

lunes, 25 de junio de 2012

Salmo 54

SALMO 54 (53)

Mi Señor me sostiene

54:1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Poema de David.
54:2 Cuando los habitantes de Zif vinieron a decir a Saúl: "¿No se ha escondido David entre nosotros?"
54:3 Dios mío, sálvame por tu Nombre,
defiéndeme con tu poder.
54:4 Dios mío, escucha mi súplica,
presta atención a las palabras de mi boca.
54:5 Porque gente soberbia se ha alzado contra mí,
hombres violentos atentan contra mi vida,
sin tener presente a Dios. Pausa
54:6 Pero Dios es mi ayuda,
el Señor es mi verdadero sostén:
54:7 que el mal recaiga sobre mis adversarios,
¡destrúyelos, Señor, por tu fidelidad!
54:8 Te ofreceré un sacrificio voluntario,
daré gracias a tu Nombre, porque es bueno,
54:9 porque me has librado de todos
mis adversarios
y he visto la derrota de mis enemigos.

viernes, 22 de junio de 2012

GLOSA DE SI MISMO


Sin arrimo y con arrimo, sin luz y ascuras viviendo
todo me voy consumiendo.

        I
Mi alma está desassida
de toda cosa criada
y sobre sí levantada
y en una sabrosa vida
sólo en su Dios arrimada.

        II
Por esso ya se dirá
la cosa que más estimo
que mi alma se vee ya
sin arrimo y con arrimo.

        III
Y aunque tinieblas padezco
en esta vida mortal
no es tan crecido mi mal
porque si de luz carezco
tengo vida celestial
porque el amor da tal vida
quando más ciego va siendo
que tiene al alma rendida
sin luz y ascuras viviendo.

        IV
Haze tal obra el amor
después que le conocí
que si ay bien o mal en mí
todo lo haze de un sabor
y al alma transforma en sí
y assí en su llama sabrosa
la qual en mí estoy sintiendo
apriessa sin quedar cosa,
todo me voy consumiendo.


San Juan de la Cruz

lunes, 18 de junio de 2012

Salmo 53

SALMO 53 (52)

¡Cuándo aprenderán los malhechores!
(Salmo 14, 1-7)

53:1 Del maestro de coro. Para la enfermedad. Poema de David.
53:2 El necio se dice a sí mismo:
"No hay Dios".
Todos están pervertidos,
hacen cosas abominables,
nadie practica el bien.
53:3 El Señor observa desde el cielo
a los seres humanos,
para ver si hay alguien que sea sensato,
alguien que busque a Dios.
53:4 Todos están extraviados,
igualmente corrompidos;
nadie practica el bien,
ni siquiera uno solo.
53:5 ¿Nunca aprenderán los malvados,
los que devoran a mi pueblo
como si fuera pan,
y no invocan al Señor?
53:6 Ellos temblaron de espanto
donde no había nada que temer;
Dios ha dispersado los huesos de tus agresores:
tú los has confundido, porque Dios los rechazó.
53:7 ¡Ojalá venga desde Sión
la salvación de Israel!
Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo,
se alegrará Jacob,
se regocijará Israel.

viernes, 15 de junio de 2012

A UNA PROFESA

¡Oh!, dichosa tal zagala
que hoy se ha dado a un tal Zagal
que reina y ha de reinar.

Venturosa fue su suerte
pues mereció tal Esposo:
ya yo, Gil, estoy medroso,
no la osaré más mirar,
pues ha tomado marido
que reina y ha de reinar.

 Pregúntale qué le ha dado
para que lleve a su aldea.
 El corazón le ha entregado
muy de buena voluntad.
 Mi fe, poco le ha pagado
que es muy hermoso el Zagal,
que reina y ha de reinar.

 Si más tuviera más diera.
 ¿Por qué le avisas, carillo?
Tomemos el cobanillo,
sírvanos, deja sacar,
pues ha tomado marido,
que reina y ha de reinar.

 Pues vemos lo que dio ella,
¿qué le ha de dar el Zagal?
 Con su sangre la ha comprado.
¡Oh qué precioso caudal,
y dichosa tal zagala,
que contentó a este Zagal!

 Mucho le debía de amar,
pues le dio tan gran tesoro.
 ¿No ves que se lo da todo,
hasta el vestir y calzar?
Mira que es ya su marido,
que reina y ha de reinar.

 Bien será que la tomemos,
para este nuestro rebaño,
y que la regocijemos
para ganar su amistad,
pues ha tomado marido,
que reina y ha de reinar.

Santa Teresa de Jesús

lunes, 11 de junio de 2012

Salmo 52

SALMO 52 (51)

El amor de Dios dura por siempre

52:1 Del maestro de coro. Poema de David.
52:2 Cuando el edomita Doeg vino a avisar a Saúl, diciéndole: "David ha entrado en casa de Ajimélec".
52:3 ¿Por qué te jactas de tu malicia,
hombre prepotente y sin piedad?
52:4 Estás todo el día tramando maldades,
tu lengua es como navaja afilada,
y no haces más que engañar.
52:5 Prefieres el mal al bien,
la mentira a la verdad; Pausa
52:6 amas las palabras hirientes,
¡lengua mentirosa!
52:7 Por eso Dios te derribará,
te destruirá para siempre,
te arrojará de tu carpa,
te arrancará de la tierra de los vivientes. Pausa
52:8 Al ver esto, los justos sentirán temor
y se reirán de él, diciendo:
52:9 "Este es el hombre
que no puso su refugio en Dios,
sino que confió en sus muchas riquezas
y se envalentonó por su maldad".
52:10 Yo, en cambio, como un olivo frondoso
en la Casa de Dios,
he puesto para siempre mi confianza
en la misericordia del Señor.
52:11 Te daré gracias eternamente
por lo que has hecho,
y proclamaré la bondad de tu Nombre
delante de tus fieles.

viernes, 8 de junio de 2012

A LA PROFESIÓN DE ISABEL DE LOS ÁNGELES

Sea mi gozo en el llanto,
sobresalto mi reposo,
mi sosiego doloroso,
y mi bonanza el quebranto.

Entre borrascas mi amor,
y mi regalo en la herida,
esté en la muerte mi vida,
y en desprecios mi favor.

Mis tesoros en pobreza,
y mi triunfo en pelear,
mi descanso en trabajar,
y mi contento en tristeza.

En la oscuridad mi luz,
mi grandeza en puesto bajo.
De mi camino el atajo
y mi gloria sea la cruz.

Mi honra el abatimiento,
y mi palma padecer,
en las menguas mi crecer,
y en menoscabo mi aumento.

En el hambre mi hartura,
mi esperanza en el temor,
mis regalos en pavor,
mis gustos en amargura.

En olvido mi memoria,
mi alteza en humillación,
en bajeza mi opinión,
en afrenta mi victoria.

Mi lauro esté en el desprecio,
en las penas mi afición,
mi dignidad sea el rincón,
y la soledad mi aprecio.

En Cristo mi confianza,
y de El solo mi asimiento,
en sus cansancios mi aliento,
y en su imitación mi holganza.

Aquí estriba mi firmeza,
aquí mi seguridad,
la prueba de mi verdad,
la muestra de mi firmeza.


Santa Teresa de Jesús

lunes, 4 de junio de 2012

Salmo 51

SALMO 51 (50)

Súplica del pecador arrepentido (Miserere) 
 
51:1 Del maestro de coro. Salmo de David.
51: 2 Cuando el profeta Natán lo visitó, después que aquel se había unido a Betsabé. 

Humilde reconocimiento del pecado

51:3 ¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
por tu gran compasión, borra mis faltas!
51:4 ¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado!
51:5 Porque yo reconozco mis faltas
y mi pecado está siempre ante mí.
51:6 Contra ti, contra ti solo pequé
e hice lo que es malo a tus ojos.
Por eso, será justa tu sentencia
y tu juicio será irreprochable;
51:7 yo soy culpable desde que nací;
pecador me concibió mi madre. 

Anhelo de renovación interior

51:8 Tú amas la sinceridad del corazón
y me enseñas la sabiduría en mi interior.
51:9 Purifícame con el hisopo y quedaré limpio;
lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
51:10 Anúnciame el gozo y la alegría:
que se alegren los huesos quebrantados.
51:11 Aparta tu vista de mis pecados
y borra todas mis culpas.
51:12 Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
51:13 No me arrojes lejos de tu presencia
ni retires de mí tu santo espíritu.
51:14 Devuélveme la alegría de tu salvación,
que tu espíritu generoso me sostenga:
51:15 yo enseñaré tu camino a los impíos
y los pecadores volverán a ti.
51:16 ¡Líbrame de la muerte, Dios, salvador mío,
y mi lengua anunciará tu justicia!
51:17 Abre mis labios, Señor,
y mi boca proclamará tu alabanza.
51:18 Los sacrificios no te satisfacen;
si ofrezco un holocausto, no lo aceptas:
51:19 mi sacrificio es un espíritu contrito,
tú no desprecias el corazón contrito y humillado.
* * *
51:20 Trata bien a Sión, Señor, por tu bondad;
reconstruye los muros de Jerusalén.
51:21 Entonces aceptarás los sacrificios rituales
—las oblaciones y los holocaustos—
y se ofrecerán novillos en tu altar.

domingo, 3 de junio de 2012

¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?

¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
 ¿Qué interés te sigue, Jesús mío,
 que a mi puerta, cubierta de rocío
 pasas las noches del invierno escuras?

¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
 pues no me abrí! ¡Qué extraño desvarío
 si de mi ingratitud el yelo frío
 secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el ángel me decía:
 «Alma, asómate a la ventana,
 verás con cuánto amor llamar porfía!»

¡Y cuántas hermosura soberana:
 «mañana le abriremos» —respondía—,
 para lo mismo responder mañana!


Lope de Vega

viernes, 1 de junio de 2012

A SANTA CATALINA MARTIR

¡Oh gran amadora
del Eterno Dios;
estrella luciente,
amparadnos vos!

Desde tierna edad
tomastes Esposo;
fue tanto el amor,
que no os dio reposo.
Quien es temeroso,
no se llegue a vos,
si estima la vida
y el morir por vos.

Mirad los cobardes
aquesta doncella,
que no estima el oro
ni verse tan bella:
metida en la guerra
de persecución,
para padecer
con gran corazón.

Más pena le da
vivir sin su Esposo,
y así en los tormentos
hallaba reposo:
todo le es gozoso,
querría ya morir,
pues que con la vida
no puede vivir.

Las que pretendemos
gozar de su gozo,
nunca nos cansemos,
por hallar reposo.
¡Oh engaño engañoso,
y qué sin amor,
es querer sanar,
viviendo el dolor!


Santa Teresa de Jesús