lunes, 24 de junio de 2013

Salmo 106

SALMO 106 (105)

Olvidaron a Dios, su salvador
(1 Crónicas 16, 7-36) / (Salmo 96, 1-13) / (Salmo 105, 1-15)

106:1 ¡Aleluya!

Alabanza y súplica inicial

¡Den gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterno su amor!
106:2 ¿Quién puede hablar de las proezas del Señor
y proclamar todas sus alabanzas?
106:3 ¡Felices los que proceden con rectitud,
los que practican la justicia en todo tiempo!
106:4 Acuérdate de mi, Señor,
por el amor que tienes a tu pueblo;
visítame con tu salvación,
106:5 para que vea la felicidad de tus elegidos,
para que me alegre con la alegría de tu nación
y me gloríe con el pueblo de tu herencia. 

Los pecados de Israel junto al Mar Rojo

106:6 Hemos pecado, igual que nuestros padres;
somos culpables, hicimos el mal:
106:7 nuestros padres, cuando estaban en Egipto,
no comprendieron tus maravillas;
no recordaron la multitud de tus favores,
y en el Mar Rojo desafiaron al Altísimo.

106:8 Pero él los salvó por amor de su Nombre,
para poner de manifiesto su poder:
106:9 increpó al Mar Rojo, y este se secó;
los llevó por los abismos como por un desierto,
106:10 los salvó de las manos del enemigo,
los rescató del poder del adversario.
106:11 El agua cubrió a sus opresores,
ni uno solo quedó con vida:
106:12 entonces creyeron en sus palabras
y cantaron sus alabanzas. 

La gula y los celos de Israel en el desierto

106:13 Pero muy pronto se olvidaron de sus obras,
no tuvieron en cuenta su designio;
106:14 ardían de avidez en el desierto
y tentaron a Dios en la soledad:
106:15 entonces, él les dio lo que pedían,
pero hizo que una enfermedad los consumiera.

106:16 En el campamento tuvieron celos de Moisés,
y de Aarón, el consagrado al Señor;
106:17 pero se abrió la tierra y devoró a Datán,
se cerró sobre Abirón y sus secuaces:
106:18 ardió un fuego contra aquella turba,
y las llamas abrasaron a los malvados. 

El ternero de oro

106:19 En Horeb se fabricaron un ternero,
adoraron una estatua de metal fundido:
106:20 así cambiaron su Gloria
por la imagen de un toro que come pasto.
106:21 Olvidaron a Dios, que los había salvado
y había hecho prodigios en Egipto,
106:22 maravillas en la tierra de Cam
y portentos junto al Mar Rojo.
106:23 El Señor amenazó con destruirlos,
pero Moisés, su elegido,
se mantuvo firme en la brecha
para aplacar su enojo destructor. 

Las murmuraciones en el desierto

106:24 Despreciaron una tierra apetecible,
no creyeron en su palabra;
106:25 murmuraron dentro de sus carpas
y no escucharon la voz del Señor.
106:26 Pero él alzó la mano y les juró
que los haría morir en el desierto,
106:27 que dispersaría a sus descendientes
por los pueblos
y los diseminaría por diversas regiones. 

La idolatría y la rebelión

106:28 Luego se unieron al Baal de Peor
y comieron víctimas ofrecidas a dioses muertos;
106:29 con esas acciones irritaron al Señor
y cayó sobre ellos una plaga.
106:30 Pero Pinjás se levantó e hizo justicia,
y entonces cesó la plaga:
106:31 esto le fue tenido en cuenta a su favor,
por todas las generaciones, para siempre. 
106:32 Irritaron al Señor junto a las aguas de Meribá,
y Moisés sufrió mucho por culpa de ellos,
106:33 porque lo amargaron profundamente,
y él no supo medir sus palabras.

Las infidelidades en la Tierra prometida

106:34 No exterminaron a los pueblos
como el Señor les había mandado;
106:35 se mezclaron con los paganos
e imitaron sus costumbres;
106:36 rindieron culto a sus ídolos,
que fueron para ellos una trampa.
106:37 Sacrificaron en honor de los demonios
a sus hijos y a sus hijas;
106:38 derramaron sangre inocente,
y la tierra quedó profanada.
106:39 Se mancharon con sus acciones
y se prostituyeron con su mala conducta;
106:40 por eso el Señor se indignó contra su pueblo
y abominó de su herencia.
106:41 Los puso en manos de las naciones
y fueron dominados por sus enemigos;
106:42 sus adversarios los oprimieron
y los sometieron a su poder. 

La condescendencia del Señor hacia su Pueblo

106:43 El Señor los libró muchas veces,
pero ellos se obstinaron en su actitud,
y se hundieron más y más en su maldad.
106:44 Sin embargo, él miró su aflicción
y escuchó sus lamentos.
106:45 Se acordó de su alianza en favor de ellos
y se arrepintió por su gran misericordia;
106:46 hizo que les tuvieran compasión
los que los habían llevado cautivos.
106:47 Sálvanos, Señor y Dios nuestro;
congréganos de entre las naciones,
para que podamos dar gracias a tu santo Nombre
y gloriarnos de haberte alabado.
* * *

106:48 ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
desde ahora y para siempre!
Y todo el pueblo diga:
¡Amén! ¡Aleluya! 

lunes, 17 de junio de 2013

Salmo 105

SALMO 105 (104)

Recuerden las maravillas que hizo el Señor

Invitación a la alabanza
(1 Crónicas 16, 7-36) / (Salmo 96, 1-13) / (Salmo 106, 1-5)

105:1 ¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,
hagan conocer entre los pueblos sus proezas;
105:2 canten al Señor con instrumentos musicales,
pregonen todas sus maravillas!
105:3 ¡Gloríense en su santo Nombre,
alégrense los que buscan al Señor!
105:4 ¡Recurran al Señor y a su poder,
busquen constantemente su rostro;
105:5 recuerden las maravillas que él obró,
sus portentos y los juicios de su boca! 

Las promesas del Señor a los Patriarcas

105:6 Descendientes de Abraham, su servidor,
hijos de Jacob, su elegido:
105:7 el Señor es nuestro Dios,
en toda la tierra rigen sus decretos.
105:8 Él se acuerda eternamente de su alianza,
de la palabra que dio por mil generaciones,
105:9 del pacto que selló con Abraham,

del juramento que hizo a Isaac:

105:10 él lo confirmó como norma para Jacob,
como alianza eterna para Israel,
105:11 cuando dijo: "Yo te daré la tierra de Canaán,
como porción hereditaria de todos ustedes".

La protección del Señor a sus elegidos

105:12 Cuando formaban un grupo muy pequeño
y eran extranjeros en aquellas regiones;
105:13 cuando iban de nación en nación
y pasaban de un reino a otro pueblo,
105:14 no toleró que nadie los oprimiera,
y castigó a reyes, por amor a ellos:
105:15 "No toquen a mis ungidos
ni maltraten a mis profetas". 

La permanencia de Israel en Egipto

105:16 Él provocó una gran sequía en el país
y agotó todas las provisiones.
105:17 Pero antes envió a un hombre,
a José, que fue vendido como esclavo:
105:18 le ataron los pies con grillos
y el hierro oprimió su garganta,
105:19 hasta que se cumplió lo que él predijo,
y la palabra del Señor lo acreditó.
105:20 El rey ordenó que lo soltaran,
el soberano de pueblos lo puso en libertad;
105:21 lo nombró señor de su palacio
y administrador de todos sus bienes,
105:22 con pleno poder para instruir a los príncipes
y enseñar sabiduría a los ancianos.
105:23 Entonces Israel entró en Egipto,
Jacob residió en la tierra de Cam.
105:24 El Señor hizo a su pueblo muy fecundo,
más fuerte que sus mismos opresores;
105:25 cambió el corazón de los egipcios,
para que sintieran odio por su pueblo
y trataran con perfidia a sus servidores. 

La liberación de Israel

105:26 Luego envió a Moisés, su servidor,
y a Aarón, que era su elegido;
105:27 por su intermedio realizó prodigios,
hizo portentos en la tierra de Cam:
105:28 atrajo las tinieblas, y hubo oscuridad,
pero ellos rechazaron sus palabras.
105:29 Transformó sus aguas en sangre
e hizo morir a sus peces;
105:30 el país quedó cubierto de ranas,
hasta en los aposentos del rey;
105:31 dio una orden y vinieron los insectos,
los mosquitos invadieron el país.
105:32 Les mandó granizo en vez de lluvia,
y cayeron llamaradas en su tierra;
105:33 abatió sus higueras y viñedos,
y destrozó los árboles en sus campos;
105:34 dio una orden, y vinieron langostas
y pulgones en número incontable,
105:35 que comieron toda la hierba del campo
y devoraron los frutos de la tierra.
105:36 Hirió de muerte a los primogénitos de aquel país,
a las primicias de todo ser viviente;
105:37 sacó a su pueblo cargado de oro y plata,
y nadie desfalleció entre sus tribus:
105:38 los egipcios se alegraron de su partida,
porque los había dominado el terror. 

Las maravillas de Dios en el desierto

105:39 Tendió una nube para que los cubriera,
y envió un fuego para alumbrarlos de noche; 

105:40 pidieron de comer y les mandó codornices,
los sació con pan del cielo;
105:41 abrió la roca, brotaron las aguas
y corrieron como un río por el desierto.

La posesión de la Tierra prometida

105:42 Él se acordó de la palabra sagrada,
que había dado a Abraham, su servidor,
105:43 e hizo salir a su pueblo con alegría,
a sus elegidos, entre cantos de triunfo;
105:44 les dio las tierras de los paganos,

y ellos heredaron las riquezas de los pueblos,
105:45 a fin de observar sus mandamientos
y cumplir fielmente sus leyes.
¡Aleluya!

lunes, 10 de junio de 2013

Salmo 104

SALMO 104 (103)

Señor, todo lo hiciste con sabiduría

El espacio celestial

104:1 Bendice al Señor, alma mía:
¡Señor, Dios mío, qué grande eres!
Estás vestido de esplendor y majestad
104:2 y te envuelves con un manto de luz.
Tú extendiste el cielo como un toldo
104:3 y construiste tu mansión sobre las aguas.
Las nubes te sirven de carruaje
y avanzas en alas del viento.
104:4 Usas como mensajeros a los vientos,
y a los relámpagos, como ministros.
La tierra y las aguas
104:5 Afirmaste la tierra sobre sus cimientos:
¡no se moverá jamás!
104:6 El océano la cubría como un manto,
las aguas tapaban las montañas;
104:7 pero tú las amenazaste y huyeron,
escaparon ante el fragor de tu trueno.
104:8 Subieron a las montañas, bajaron por los valles,
hasta el lugar que les habías señalado:
104:9 les fijaste un límite que no pasarán,
ya no volverán a cubrir la tierra. 

Las fuentes y las lluvias

104:10 Haces brotar fuentes en los valles,
y corren sus aguas por las quebradas.
104:11 Allí beben los animales del campo,
los asnos salvajes apagan su sed.
104:12 Las aves del cielo habitan junto a ellas
y hacen oír su canto entre las ramas.
104:13 Desde lo alto riegas las montañas,
y la tierra se sacia con el fruto de tus obras. 

Los frutos de la tierra

104:14 Haces brotar la hierba para el ganado
y las plantas que el hombre cultiva,
para sacar de la tierra el pan
104:15 y el vino que alegra el corazón del hombre,
para que él haga brillar su rostro con el aceite
y el pan reconforte su corazón.
104:16 Se llenan de savia los árboles del Señor,
los cedros del Líbano que él plantó;
104:17 allí ponen su nido los pájaros,
la cigüeña tiene su casa en los abetos;
104:18 los altos peñascos son para las cabras,
y en las rocas se refugian los erizos. 

El día y la noche

104:19 Hiciste la luna para medir el tiempo,
señalaste al sol el momento de su ocaso;
104:20 mandas la oscuridad, y cae la noche:
entonces rondan las fieras de la selva
104:21 y los cachorros rugen por la presa,
pidiendo a Dios su alimento.
104:22 Haces brillar el sol y se retiran,
van a echarse en sus guaridas:
104:23 entonces sale el hombre a trabajar,
a cumplir su jornada hasta la tarde.
104:24 ¡Qué variadas son tus obras, Señor!
¡Todo lo hiciste con sabiduría,
la tierra está llena de tus criaturas! 

El mar y sus habitantes

104:25 Allí está el mar, grande y dilatado,
donde se agitan, en número incontable,
animales grandes y pequeños.
104:26 Por él transitan las naves, y ese Leviatán
que tú formaste para jugar con él.

La Providencia universal de Dios

104:27 Todos esperan de ti
que les des la comida a su tiempo:
104:28 se la das, y ellos la recogen;
abres tu mano, y quedan saciados.
104:29 Si escondes tu rostro, se espantan;
si les quitas el aliento,
expiran y vuelven al polvo.
104:30 Si envías tu aliento, son creados,
y renuevas la superficie de la tierra. 

Doxología final

104:31 ¡Gloria al Señor para siempre,
alégrese el Señor por sus obras!
104:32 Él mira, y la tierra se estremece;
toca las montañas, y echan humo.
104:33 Cantaré al Señor toda mi vida;
mientras yo exista, celebraré a mi Dios:
104:34 que mi canto le sea agradable,
y yo me alegraré en el Señor.
104:35 Que los pecadores desaparezcan de la tierra
y los malvados ya no existan más.
¡Bendice al Señor, alma mía!
¡Aleluya!

lunes, 3 de junio de 2013

Salmo 103

SALMO 103 (102)

Bendice, alma mía, al Señor

103:1 De David. 

La misericordia del Señor con sus fieles

Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
103:2 bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios.
103:3 Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus dolencias;
103:4 rescata tu vida del sepulcro,
te corona de amor y de ternura;
103:5 él colma tu vida de bienes,
y tu juventud se renueva como el águila.
103:6 El Señor hace obras de justicia
y otorga el derecho a los oprimidos;
103:7 él mostró sus caminos a Moisés
y sus proezas al pueblo de Israel. 

La condescendencia divina hacia la debilidad humana

103:8 El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
103:9 no acusa de manera inapelable
ni guarda rencor eternamente;
103:10 no nos trata según nuestros pecados
ni nos paga conforme a nuestras culpas.
103:11 Cuanto se alza el cielo sobre la tierra,
así de inmenso es su amor por los que lo temen;
103:12 cuanto dista el oriente del occidente,
así aparta de nosotros nuestros pecados.
103:13 Como un padre cariñoso con sus hijos,
así es cariñoso el Señor con sus fieles;
103:14 él conoce de qué estamos hechos,
sabe muy bien que no somos más que polvo.
103:15 Los días del hombre son como la hierba:
él florece como las flores del campo;
103:16 las roza el viento, y ya no existen más,
ni el sitio donde estaban las verá otra vez.
103:17 Pero el amor del Señor permanece para siempre,
y su justicia llega hasta los hijos y los nietos
103:18 de los que lo temen y observan su alianza,
de los que recuerdan sus preceptos
y los cumplen. 

Invitación universal a bendecir al Señor

103:19 El Señor puso su trono en el cielo,
y su realeza gobierna el universo.
103:20 ¡Bendigan al Señor, todos sus ángeles,
los fuertes guerreros que cumplen sus órdenes
apenas oyen la voz de su palabra!
103:21 ¡Bendigan al Señor, todos sus ejércitos,
sus servidores, los que cumplen su voluntad!
103:22 ¡Bendíganlo todas sus obras,
en todos los lugares donde ejerce su dominio!
¡Bendice al Señor, alma mía!