lunes, 28 de enero de 2013

Salmo 85

SALMO 85 (84)

La salvación está cerca

85:1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo. 

Expresión de reconocimiento y súplica

85:2 Fuiste propicio, Señor, con tu tierra,
cambiaste la suerte de Jacob;
85:3 perdonaste la culpa de tu pueblo,
lo absolviste de todos sus pecados; Pausa
85:4 reprimiste toda tu indignación
y aplacaste el ardor de tu enojo.
85:5 ¡Restáuranos, Dios, salvador nuestro;
olvida tu aversión hacia nosotros!
85:6 ¿Vas a estar enojado para siempre?
¿Mantendrás tu ira eternamente?
85:7 ¿No volverás a darnos la vida,
para que tu pueblo se alegre en ti?
85:8 ¡Manifiéstanos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación! 

Anuncio profético de la salvación

85:9 Voy a proclamar lo que dice el Señor:
el Señor promete la paz,
la paz para su pueblo y sus amigos,
y para los que se convierten de corazón.
85:10 Su salvación está muy cerca de sus fieles,
y la Gloria habitará en nuestra tierra.
85:11 El Amor y la Verdad se encontrarán,
la Justicia y la Paz se abrazarán;
85:12 la Verdad brotará de la tierra
y la Justicia mirará desde el cielo.
85:13 El mismo Señor nos dará sus bienes
y nuestra tierra producirá sus frutos.
85:14 La Justicia irá delante de él,
y la Paz, sobre la huella de sus pasos.

viernes, 25 de enero de 2013

Enseñarás

Enseñarás a volar...
pero no volarán tu vuelo.

Enseñarás a soñar...

pero no soñarán tus sueños.

Enseñarás a vivir...

pero no vivirán tu vida.

Enseñarás a cantar...

pero no cantarán tu canción.

Enseñarás a pensar...

pero no pensarán como tú.

Pero sabrás

que cada vez que ellos vuelen, sueñen,
vivan, canten y piensen...

¡Estará en ellos la semilla

del camino enseñado y aprendido!



Teresa de Calcuta

lunes, 21 de enero de 2013

Salmo 84

SALMO 84 (83)

Dichosos los que viven en tu casa

84:1 Del maestro de coro. Con la cítara de Gat. De los hijos de Coré. Salmo.
84:2 ¡Qué amable es tu Morada,
Señor del Universo!
84:3 Mi alma se consume de deseos
por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne claman ansiosos
por el Dios viviente.
84:4 Hasta el gorrión encontró una casa,
y la golondrina tiene un nido
donde poner sus pichones,
junto a tus altares, Señor del universo,
mi Rey y mi Dios.
84:5 ¡Felices los que habitan en tu Casa
y te alaban sin cesar! Pausa
84:6 ¡Felices los que encuentran su fuerza en ti,
al emprender la peregrinación!
84:7 Al pasar por el valle árido,
lo convierten en un oasis;
caen las primeras lluvias,
y lo cubren de bendiciones;
84:8 ellos avanzan con vigor siempre creciente
hasta contemplar a Dios en Sión.
84:9 Señor del universo, oye mi plegaria,
escucha, Dios de Jacob; Pausa
84:10 protege, Dios, a nuestro Escudo
y mira el rostro de tu Ungido.
84:11 Vale más un día en tus atrios
que mil en otra parte;
yo prefiero el umbral de la Casa de mi Dios
antes que vivir entre malvados.
84:12 Porque el Señor es sol y escudo;
el Señor da la gracia y la gloria,
y no niega sus bienes
a los que proceden con rectitud.
84:13 ¡Señor del universo,
feliz el hombre que confía en ti!

viernes, 18 de enero de 2013

Oración a la Luz

Señor: yo sé que en la mañana pura
de este mundo, tu diestra generosa

hizo la luz antes que toda cosa

porque todo tuviera su figura.
 

Yo sé que se refleja la segura
línea inmortal del lirio y de la rosa

mejor que la embriagada y temerosa

música de los vientos en la altura.
 

Por eso yo celebro en el frío
pensar exacto a la verdad sujeto

y en la ribera sin temblor del río


por eso yo te adoro, mudo y quieto:
y por eso, Señor, el dolor mío

por llegar hasta Ti se hizo soneto.



José María Pemán

lunes, 14 de enero de 2013

Salmo 83

SALMO 83 (82)

No te quedes, oh Dios, inmóvil y callado

83:1 Canto. Salmo de Asaf.
83:2 ¡Señor, no te quedes callado,
Dios mío, no guardes silencio,
no permanezcas inmóvil!
83:3 Mira cómo se agitan tus enemigos
y alzan la cabeza tus adversarios:
83:4 hacen planes contra tu pueblo
y conspiran contra tus protegidos.
83:5 Dicen: "Vamos a eliminarlos como nación,
que ya ni se mencione el nombre de Israel".
83:6 Así conspiran de común acuerdo
y sellan una alianza contra ti.
83:7 Son los campamentos de Edóm,
los ismaelitas, moabitas y agarenos;
83:8 Guebal, Amón y Amalec;
Filistea, con los habitantes de Tiro;
83:9 hasta los asirios se aliaron con ellos
y prestaron ayuda a los descendientes de Lot.
Pausa
83:10 Trátalos como a Madián y como a Sísara,
como a Jabín en el torrente Quisón: 
83:11 ellos fueron exterminados en Endor
y se convirtieron en abono de la tierra.
83:12 Trata a sus jefes como a Oreb y a Zeeb,
y a sus príncipes como a Zebá y a Salmaná,
83:13 los que dijeron: "Conquistemos para nosotros
los territorios del Señor".
83:14 Conviértelos, Dios mío, en hojarasca,
en paja agitada por el viento.
83:15 Como fuego que abrasa la selva,
como llama que incendia las montañas,
83:16 persíguelos con tu tormenta,
llénalos de terror con tu borrasca.
83:17 Cúbreles el rostro de ignominia,
para que busquen tu Nombre, Señor.
83:18 Queden avergonzados, aterrados para siempre,
y desaparezcan llenos de confusión,
83:19 para que reconozcan que sólo tú
llevas el nombre de "Señor",
el Altísimo sobre toda la tierra.

viernes, 11 de enero de 2013

Resignación

Por eso, Dios y Señor,
porque por amor me hieres,
porque con inmenso amor
pruebas con mayor dolor
a las almas que más quieres.

Porque sufrir es curar
las llagas del corazón;
porque sé que me has de dar
consuelo y resignación
a medida del pesar;

por tu bondad y tu amor,
porque lo mandas y quieres,
porque es tuyo mi dolor...,
¡bendita sea, Señor,
la mano con que me hieres!




José María Pemán

lunes, 7 de enero de 2013

Salmo 82

SALMO 82 (81)

Levántate, oh Dios, y juzga la tierra

82:1 Salmo de Asaf.
El Señor se levanta en la asamblea divina
y juzga en medio de los dioses;
82:2 "¿Hasta cuándo juzgarán injustamente
y favorecerán a los malvados? Pausa
82:3 ¡Defiendan al desvalido y al huérfano,
hagan justicia al oprimido y al pobre;
82:4 libren al débil y al indigente,
rescátenlos del poder de los impíos!"
82:5 Pero ellos caminan en la oscuridad,
faltos de inteligencia y comprensión,
mientras vacilan los fundamentos de la tierra.
82:6 Yo había pensado: "Ustedes son dioses,
todos son hijos del Altísimo".
82:7 Pero morirán como cualquier hombre,
caerán como cualquiera de los príncipes.
82:8 Levántate, Señor, juzga a la tierra,
porque tú eres el dueño de todas las naciones.

domingo, 6 de enero de 2013

EN LA FESTIVIDAD DE LOS SANTOS REYES

Pues la estrella
es ya llegada,
vaya con los Reyes
la mi manada.

Vamos todas juntas
a ver el Mesías,
pues vemos cumplidas
ya las profecías.
Pues en nuestros días,
es ya llegada,
vaya con los Reyes
la mi manada.

Llevémosle dones
de grande valor,
pues vienen los Reyes,
con tan gran hervor.
Alégrese hoy
nuestra gran Zagala,
vaya con los Reyes
la mi manada.

No cures, Llorente,
de buscar razón,
para ver que es Dios
aqueste garzón.
Dale el corazón,
y yo esté empeñada:
vaya con los Reyes
la mi manada.


Santa Teresa de Jesús

viernes, 4 de enero de 2013

Yo te siento en la rosa

"Yo te siento en la rosa.
Tanto más grande siento yo mi alma,
cuanto son más pequeñas
las cosas que la mueven.

¡Ay esas almas lentas
como animales hartos,
que van a Ti pisando mansamente
sobre el fango sonoro y necesitan
para reconocerte
la voz de la tormenta o la engolada
frase inmensa y solemne!

Señor:
Yo te siento en la rosa
y en la nieve
y en la rama sin flores
y en el plátano verde
que sombras, en el centro
de la plaza, la fuente."


José María Pemán